Explanada del Estadio Azteca
21 de Abril de 2010
Una muy bien merecida abucheada para Ache Producciones, los inútiles que lograron transformar el épico regreso de los Arctic Monkeys a México en una noche bastante frustrante como para la banda así como para los asistentes.
Pero no culpemos a los Arctic por la ambición sin escrúpulos de Ache Producciones, que a costa de los amantes de la música, vendieron boletos demás sin tomar en cuenta el pequeño detalle de que estamos en el DISTRITO FEDERAL, donde la mentalidad básica es: "yo voy primero, después yo y hasta el final...yo" lo que se puede traducir a Desastre Total con una muy buena posibilidad de personas aplastadas y sofocadas.
El concierto comenzó a las 23:30 (por lo menos no tenía que presentar exámenes al día siguiente ¬¬) y más que nada para tratar de calmar la situación.
Dance Little Liar, Brianstorm, My Propeller, Still Take You Home, I Bet You Look Good on the Dance Floor, Pretty Visitors y Cornerstone; se abrieron paso a los oídos de 15 mil almas inquietas.
Las dificultades con el equipo de sonido debe de ser una constante de mala suerte en los últimos conciertos (a excepción del de Muse), mérito que le podemos atribuir nuevamente a los antiheroes del día: Ache Producciones.
Aún así, no podemos quitarle el mérito a la banda de haber dado lo mejor de sí en una situación tan escabrosa como está y con un público tan impaciente como el mexicano, que si bien somos buenos para el relajo, la mayoría de las personas (no me incluyo) no conocen el concepto de tolerancia.
When the Sun Goes Down, If You Were There, Beware (irónico), Do Me a Favour, Crying Lightning y This House is a Circus hicieron que el evento recuperara fuerza y armonía por momentos y a pesar de todo, el final se aproximó abruptamente ( por OBVIAS razones ¬¬) con mi adorada Fluorescent Adolescent y 505.
Si bien ya sus caras no son tan juveniles como antes, los organizadores fueron un asco, el público ordinariamente intolerante y la situación bastante incómoda; en lo que respecta a música no fue el regreso legendario que tanto esperábamos pero bien habrá valido la pena.
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